San Babila es una magnífica iglesia románica situada en el corazón de Milán. Construida a principios del siglo V, ha sido testigo de siglos de historia y ha sufrido varias transformaciones. En el siglo XVI, se añadió una fachada barroca, pero en el siglo XIX se restauró a su estilo medieval original. Hoy en día, su actual fachada neorrománica, diseñada a principios del siglo XX, ofrece una impresionante bienvenida a los visitantes.
Interior impresionante
El interior de San Babila es un espectáculo para la vista. Una nave central y dos pasillos conducen a ábsides semicirculares, un diseño típico del arte románico. Las dos capillas laterales del Renacimiento tardío añaden un toque de elegancia, mientras que el órgano de tuberías Zanin (2008) evoca el sonido de los órganos barrocos alemanes.
Tesoros venerados
San Babila alberga dos tesoros muy venerados. En el pasillo derecho se encuentra una imagen muy venerada de la Virgen María. También destaca una columna del siglo XVIII con un león en la parte superior, que simboliza el barrio.
El campanario
El esbelto campanario de San Babila data de 1920 y reemplaza al original que se derrumbó en el siglo XVI. Su imponente presencia domina el horizonte y recuerda a los visitantes el rico patrimonio arquitectónico de Milán.
San Babilas de Antioquía: El santo homónimo
La iglesia lleva el nombre de San Babilas de Antioquía, un patriarca sirio del siglo III. Fue un hombre de gran fe que se negó a permitir que el emperador pagano entrara en la iglesia debido a sus pecados. Murió en prisión durante la persecución de Decio y sus reliquias fueron trasladadas a Milán en el siglo V.
San Babilas y los tres niños que martirizaron con él son un tema común en el arte y la iconografía cristiana. Son representados como un obispo con vestimenta y mitra, acompañado de los tres jóvenes. Estas representaciones sirven como un recordatorio de la fe y el sacrificio de estos santos.
Visitando San Babila
San Babila es una visita obligada para cualquier visitante de Milán interesado en la historia, la arquitectura y el arte sacro. Su impresionante fachada, su interior intrincado y sus tesoros venerados dejarán una impresión duradera en los visitantes.
