Contrariamente a la percepción popular, el Dios del Antiguo Testamento no es una entidad distante y punitiva. En su lugar, es Jesús, el Hijo de Dios, como lo revela tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento.
Nombres y Títulos
En el Antiguo Testamento, Dios se designa principalmente con dos nombres: Elohím y Jehová. Elohím, un término plural, generalmente alude a Dios el Padre, mientras que Jehová se refiere específicamente a Jesús. El significado de Jehová, “El que existe por sí mismo” o “El eterno”, resuena profundamente con la naturaleza inmutable de Jesús.
Pluralidad de Dioses
La Biblia reconoce una pluralidad de dioses, incluyendo a Dios el Padre y a Jesús. El profeta José Smith explicó que Elohím abarca un “consejo de dioses” que colaboran en la gobernanza de la Tierra.
Delegación de Autoridad
Dios el Padre ha otorgado su autoridad a Jesús, su Primogénito y Unigénito en la carne. Jesús creó el mundo y supervisa el plan de redención. A través de su Expiación, también se convirtió en el Padre de los devotos.
Unidad de Propósito
Aunque existen múltiples dioses, comparten un propósito unificado. Los profetas del Antiguo Testamento se referían a Jesús como “Jehová Elohím” o “Jehová Dios”, lo que subraya su unidad de intención y acción.
Conclusión
El Dios del Antiguo Testamento es Jesús, el Hijo de Dios. Es un Dios amoroso y clemente que anhela nuestra felicidad y salvación. Entender esta verdad es esencial para apreciar completamente las Escrituras y nuestro lugar en el plan divino de Dios.
Jehová, conocido por el nombre propio de Dios, es un ser espiritual e invisible. Su presencia impregna todo el universo. Aunque tiene títulos como Señor, Dios Todopoderoso, Creador y Padre, su nombre personal, Jehová, revela su inmutable identidad.
Las cualidades de Dios son infinitas. Su poder es ilimitado, lo que le permite cumplir todas sus promesas. Su sabiduría es incomparable, guiando todas sus acciones. Su justicia asegura que siempre haga lo correcto. Pero, sobre todo, su amor es la esencia de su ser, impulsando todas sus interacciones con la humanidad.
Jehová anhela una relación íntima con los humanos, deseando ser su Padre celestial. A través de la fe en él, podemos convertirnos en sus hijos y herederos de todas sus bendiciones. Nos invita a acercarnos a él en oración, compartir nuestras preocupaciones y experimentar su amor incondicional que nos sostiene en todas las circunstancias.
Característica
Consejo/Punto Clave
Nombres y Títulos
Dios es conocido por diferentes nombres (Elohím, Jehová) y títulos, cada uno con un significado específico.
Pluralidad de Dioses
La Biblia reconoce la pluralidad de dioses, incluyendo a Dios el Padre y Jesucristo.
Delegación de Autoridad
Dios el Padre ha delegado su autoridad a Jesucristo, quien creó el mundo y lleva a cabo el plan de salvación.
Unidad de Propósito
Aunque existen múltiples dioses, tienen propósitos unificados, trabajando juntos para administrar los asuntos de la tierra.
El Dios del Antiguo Testamento es Jesucristo
El Dios al que se hace referencia en el Antiguo Testamento es Jesucristo, el Hijo de Dios.
Dios es amoroso y misericordioso
Dios desea nuestra felicidad y salvación, y nos ofrece su amistad y protección.
La comprensión de esta verdad es fundamental
Comprender la verdadera naturaleza de Dios es esencial para apreciar plenamente las Escrituras y nuestro papel en el plan divino.
Sí, Jesucristo es el Dios del Antiguo Testamento, conocido por el nombre de Jehová.
¿Qué significan los nombres “Elohím” y “Jehová”?
Elohím es un nombre plural que generalmente se refiere a Dios el Padre, mientras que Jehová es el nombre de Jesucristo, que significa “El que existe por sí mismo” o “El eterno”.
¿Cómo se delega la autoridad entre Dios el Padre y Jesucristo?
Dios el Padre ha delegado su autoridad a Jesucristo, quien es su Primogénito y Unigénito en la carne. Jesucristo creó el mundo y lleva a cabo el plan de salvación.
¿Por qué se refieren los profetas del Antiguo Testamento a Jesucristo como “Jehová Elohím”?
Esta expresión indica la unidad de propósito y acción entre Dios el Padre y Jesucristo, a pesar de su pluralidad.
¿Es Jesús Dios o un ser separado?
Las creencias varían. El cristianismo considera a Jesús como Dios, mientras que otros lo ven como un ser separado de Dios.
