En medio de un himno a la unidad y la armonía en la iglesia, Pablo, el apóstol, escribe en Efesios 4:11, “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,”. Esta poderosa declaración es más que una simple lista de roles dentro de la comunidad cristiana. Representa una visión profunda de cómo Dios equipa a su pueblo para construir su reino en la tierra.
La frase “él mismo constituyó” (en griego, “ἔδωκεν”) es crucial. No es que la iglesia se organizó a sí misma, o que estas funciones fueron elegidas por la popularidad o el talento humano. Dios mismo, en su sabiduría y gracia, asignó a cada creyente un don único y específico. Este es un llamado a la humildad y al reconocimiento de que nuestros talentos y habilidades no son nuestros por derecho propio, sino herramientas que Dios nos ha dado para el bien común.
La iglesia, como el cuerpo humano, está compuesta de diferentes partes con funciones únicas. Cada miembro, con su don específico, contribuye al bienestar del todo. Un cuerpo sin pies no puede caminar, un cuerpo sin ojos no puede ver, y un cuerpo sin manos no puede trabajar. Del mismo modo, la iglesia necesita todos sus miembros, con sus diversos talentos, para funcionar de manera completa.
Imagine una orquesta. El violinista no puede crear la música por sí solo. Necesita al flautista, al trombonista, al percusionista, y a todos los demás músicos para crear la melodía completa. Cada instrumento, con su sonido único, agrega algo al todo. La belleza y la riqueza de la música se encuentran en la armonía de todos los instrumentos trabajando juntos.
Pero, ¿cómo podemos descubrir cuál es nuestro don? Efesios 4:11 no se trata de etiquetas o roles predefinidos. Se trata de un llamado a la exploración y la autodescubrimiento. Algunos consejos para identificar tu don incluyen:
Reflexiona sobre tus talentos y pasiones: ¿Qué te apasiona? ¿Qué se te da naturalmente? ¿Qué habilidades disfrutas usar?
Observa cómo te inspiran los demás: ¿Admiras a alguien por su habilidad para liderar, enseñar, o servir?
Busca oportunidades para servir: Prueba diferentes actividades y roles en tu iglesia o comunidad. En el servicio, Dios puede revelar tu don.
Pregunta a otros: Los que te conocen bien pueden identificar talentos o áreas donde sobresales.
Es importante recordar que el descubrimiento del don es un proceso continuo. A medida que crecemos en nuestra relación con Dios, nuestros dones pueden evolucionar y desarrollarse. Lo importante es estar abiertos a la guía del Espíritu Santo y dispuesto a usar nuestros dones para construir el reino de Dios.
Los Dones al Servicio del Reino
Efesios 4:11 no termina con la lista de dones. El versículo continúa: “para la perfección de los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” Los dones no son para nuestro propio beneficio o gloria, sino para el bien de la iglesia. Están destinados a la “perfección” de los santos, la “obra del ministerio”, y la “edificación” del cuerpo de Cristo.
Ejemplos de Dones en Acción
El apóstol, llamado a plantar nuevas iglesias y difundir el mensaje del Evangelio.
El profeta, guiado por el Espíritu Santo para comunicar la palabra de Dios y guiar a la iglesia.
El evangelista, apasionado por predicar el Evangelio y atraer a otros a Cristo.
El pastor, dedicado a cuidar y guiar al rebaño de Dios, brindando apoyo y enseñanza.
El maestro, dotado para enseñar las Escrituras de manera clara y comprensible, equipando a la iglesia para crecer en la fe.
Estos son solo ejemplos. Dios nos da una variedad de dones para servir al cuerpo de Cristo. Puede ser el don de la hospitalidad, la oración, la música, la creatividad, o cualquier otra habilidad que Dios nos ha dado.
La Importancia de la Unidad
Efesios 4:11 es parte de un pasaje mayor que habla de la unidad de la iglesia. El versículo 3 dice: “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” La unidad no se logra ignorando nuestras diferencias, sino reconociendo y valorando la diversidad de dones que Dios ha dado a su iglesia. La unidad surge cuando cada miembro del cuerpo usa su don para el bien del todo. Es un llamado a la colaboración, a la cooperación, y a la construcción de un cuerpo fuerte y saludable.
En un mundo dividido y fragmentado, la iglesia es llamada a ser un testimonio de la unidad y el amor de Dios. Podemos ser esa luz en el mundo, mostrando al mundo cómo la diversidad puede ser una fuente de fuerza y belleza, y cómo, unidos en Cristo, podemos construir un futuro mejor para todos.
Efesios 4:11 nos recuerda que Dios nos ha dado dones únicos para edificar su reino en la tierra. Cada creyente tiene un papel importante que desempeñar, y la iglesia se fortalece cuando cada miembro usa su don para servir al cuerpo de Cristo. Al descubrir y usar nuestros dones con humildad y amor, podemos ser parte de la obra de Dios en el mundo, construyendo un futuro lleno de esperanza y unidad.
Preguntas frecuentes sobre Efesios 4:11
¿Qué significa Efesios 4:11?
Efesios 4:11 habla sobre los dones que Dios ha dado a la iglesia para que pueda crecer en su fe.
¿Cuáles son los dones mencionados en Efesios 4:11?
Los dones mencionados son apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
¿Por qué Dios da estos dones a la iglesia?
Dios da estos dones para equipar a la iglesia para el servicio, para que pueda crecer en su fe y madurar en Cristo.
¿Quiénes son los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros?
Estos son hombres y mujeres que Dios ha llamado y capacitado para servir a la iglesia en diferentes maneras.
¿Cómo puedo saber si tengo un don espiritual?
La mejor manera de saber si tienes un don espiritual es pidiendo a Dios que te lo revele. También puedes hablar con tu pastor o un líder espiritual para obtener orientación.
