El Credo Niceno-Costantinopolitano, también conocido como Credo de Nicea, es una declaración de fe fundamental en el cristianismo. Fue adoptado en el Primer Concilio de Nicea en 325 d. C. y posteriormente ampliado en el Primer Concilio de Constantinopla en 381 d. C.
Propósito y Origen del Credo
El Credo Niceno-Costantinopolitano fue creado para abordar las disputas cristológicas, particularmente el arrianismo. Pretendía proporcionar un estándar de creencias compartidas entre los cristianos y un símbolo de unidad. Se recita durante las liturgias cristianas, incluida la Misa católica.
El Significado de “Símbolo”
La palabra “símbolo” proviene del griego “symbolon”, que significa un objeto o palabra que representa otra cosa. En este caso, el Credo representa la fe y la unidad de los cristianos.
El Credo Niceno: Una Breve Historia
Concilio de Nicea (325 d. C.):
El Credo original afirmaba que el Espíritu Santo procedía del Padre.
Concilio de Constantinopla (381 d. C.):
Se amplió el Credo para incluir que el Espíritu Santo procedía del Padre y del Hijo (“Filioque”).
Diferencias entre Oriente y Occidente:
La Iglesia Oriental sigue el texto original griego.
La Iglesia Occidental (católica latina y protestante) mantiene las adiciones, incluido el “Filioque”.
El Credo de Nicea-Constantinopla afirma las siguientes creencias fundamentales:
Un solo Dios Todopoderoso, Creador de todas las cosas
Jesucristo como el único Señor, Hijo unigénito de Dios
Encarnación de Jesucristo a través del Espíritu Santo y nacimiento de María
Sufrimiento, crucifixión y sepultura de Jesucristo
Resurrección de Jesucristo al tercer día
Ascensión de Jesucristo al cielo y su sesión a la diestra de Dios Padre
Regreso de Jesucristo para juzgar a vivos y muertos
El Espíritu Santo como Señor y Dador de vida
Una sola Iglesia, santa, católica y apostólica
Importancia del bautismo para el perdón de los pecados
Resurrección de los muertos y vida eterna
El Credo Niceno y la Virgen María
El Credo afirma que Jesucristo se encarnó “en el seno de la Virgen María”. Esto reconoce el concepto del nacimiento virginal de Jesús.
Importancia del Credo de Nicea-Constantinopla
El Credo de Nicea-Constantinopla es un resumen de las creencias fundamentales del cristianismo. Es un testimonio de la unidad de los cristianos y una declaración de su fe en Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo.
Puntos Claves del Credo Niceno-Constantinopolitano
Creencia en un solo Dios
Jesucristo como el Hijo unigénito de Dios
El Espíritu Santo como Señor y Dador de vida
La Encarnación de Jesús por el Espíritu Santo
La Crucifixión, Resurrección y Ascensión de Jesús
El regreso de Jesús para juzgar a vivos y muertos
La existencia de una Iglesia universal, santa y apostólica
El bautismo para el perdón de los pecados
La resurrección de los muertos y la vida eterna
¿Qué es el Credo Niceno-Constantinopolitano?
Es una profesión de fe que afirma la creencia en un solo Dios, la naturaleza de Jesucristo como Hijo de Dios y el Espíritu Santo.
Fue creado para abordar disputas cristológicas y sirve como signo de reconocimiento entre los fedeli cristianos, resumiendo las verdades fundamentales de la fe.
¿Qué significa la palabra “simbolo” en el contexto del Credo?
Representa la fe y unidad de los cristianos, como un objeto o palabra que representa otra cosa.
¿Existen diferencias entre las versiones oriental y occidental del Credo?
Sí, la versión occidental agrega “Filioque” (y del Hijo) a la afirmación sobre el Espíritu Santo, mientras que la versión griega original no lo incluye.
¿Cómo se utiliza el Credo en las liturgias cristianas?
Se recita durante las liturgias, incluida la Santa Misa, para afirmar la fe de los cristianos.
